El desarrollo de la marca estuvo signado por la necesidad puntual de la marca de crear un producto especial, particular y con poca competencia en el mercado local.
El producto en sí cumple la función de enmascarar y sanitizar aromas poco agradables en espacios reducidos.
Es por ello que la imagen visual de cada una de las piezas de comunicación, y del sistema general, representaban un desafío particularmente interesante.
La elección de misceláneas circulares, trazos plenos y combinaciones cromáticas vibrantes pero cálidas, son parte de esta necesidad del sistema de identidad de generar un vínculo cercano con el usuario y el usuario cotidiano.
El objetivo primario es que se entienda a la marca como una herramienta vinculada a sensaciones placenteras y de comfort.